4.20.2006

a night at the opera

Después de un día largo de clase y de ir a caminar Queens para tratar de conseguir unas fotos que nunca llegaron, me encontré con Emilie en la fuente de Lincoln Center y fuimos a ópera, a ver Las bodas de Fígaro.
Es una de las pocas óperas que he visto más de una vez, así que más o menos tenía idea de en qué me estaba metiendo. Al menos eso pensaba. Pero se me olvidó un detalle: estaba yendo a ópera en Nueva York.
Evidentemente no era la noche de estreno: no había abrigos de animal muerto ni recuerdo haber visto un solo corbatín. Pero sí muchas corbatas, demasiadas, y niñas vestidas con mucho cuidado, por decir lo menos. Mucho maquillaje. Del de buen gusto.
Al lado nuestro había una japonesa, o al menos debía ser una japonesa, con un vestido azul con bordados en hilo de oro y un estampado rojo que parecía el sol.
Durante cuatro horas no oí una sola palabra en español, lo que en esta ciudad es bastante raro. Y en uno de los intermedios salí a tomarme una botella de 200 ml de agua y un Toblerone. 10 dólares, con tip.
La primavera, la bendita primavera...

No comments: