2.22.2007

The boy who cried wolf

La entrevista completa se encuentra en Le Figaro

Où en est le projet d’accord humanitaire, qui devait permettre d’échanger 58 «prisonniers politiques» aux mains des Farc contre 600 guérilleros détenus dans les prisons colombiennes?
(...)
Au début de mon mandat, en 2002, j’avais déclaré que je refuserai de discuter d’un accord humanitaire si nous n’entamions pas, parallèlement, un processus de paix avec un arrêt des hostilités. Après en avoir discuté avec Jacques Chirac, Kofi Annan, l’Église catholique et les familles d’otages, j’ai accepté de séparer les deux aspects. Mais la capture de guérilleros nous a coûté d’énormes sacrifices. Plus de 1600 policiers et soldats ont été mutilés par les mines antipersonnel des Farc, par exemple. Si j’ai la garantie que les guérilleros libérés de prison ne reprendront pas aussitôt les armes, mais s’en iront en France, en Espagne, avec l’accord de ces pays, ou encore qu’ils intégreront, en Colombe, un de nos programmes de réinsertion à la vie civile, alors mon gouvernement est prêt à les libérer.
Qu’attendez-vous de la France?
Qu’elle nous aide. Je ne comprends pas pourquoi un pays européen, qui soutient notre politique de paix, n’appuie pas notre politique de sécurité. Les deux choses sont indissociables: la paix naît de la sécurité. Votre pays ne doit pas seulement se préoccuper de l’accord humanitaire; il doit aussi nous aider à libérer les ­otages!
Les critiques émanant de la famille Betancourt et des comités de soutien vous agacent-elles?
Non, car je respecte l’opinion publique. Mais voici ce que je veux dire aux secteurs de la société française qui me critiquent: ce n’est pas moi qui ai enlevé Ingrid Betancourt. Elle était déjà otage lorsque j’ai pris mes fonctions en 2002. Tout au long de mon premier mandat, et cela continue depuis ma réélection en 2006, nos efforts pour sauver les otages et diminuer le nombre de kidnappings ont été permanents. Il y a cinq ans, lorsque je suis devenu président de la République, il y avait plus de 3 000 prises d’otages chaque année en Colombie. L’année dernière, ce chiffre est tombé, au total, à 687. Notre objectif est de vaincre le kidnapping. En tant que chef d’État, je ne peux pas me permettre de prendre des décisions erronées qui nuiraient à cette mission. Je sais de quoi je parle: mon père a été assassiné par les Farc et je fais partie des 50% de familles colombiennes qui ont eu à souffrir personnellement de la violence. Pour combattre ce fléau, il ne faut pas se montrer faible avec les terroristes, mais au contraire les affronter avec toute la détermination nécessaire. C’est pourquoi nous allons continuer à chercher, tous les jours, soit un accord humanitaire raisonnable, soit la libération par les moyens militaires.

2.12.2007

we are the web



either these people know what they are talking about, or they know how to trick a lot of us.

2.05.2007

Contradictorio yo, maestro?

Álvaro Uribe, el presidente de mi país, hace una semana se encomendó a la virgen de los remedios y le pidió que le ayude a acabar con los problemas de Colombia, según lo reportó (reporteó?) El Tiempo.

Sin embargo, el presidente Uribe no sólo se declara "un católico convencido de mi fe", como dijo al rezar la 'oración de fe' a esta virgen en la procesión. Dos semanas antes fue declarado discípulo de la misión carismática y admitió frecuentar desde hace 10 años la convención de ese grupo religioso,
según este otro artículo.

La impresión que queda, pues, es que el presidente es por lo menos indeciso en cuanto a sus preferencias. Pero también queda claro que no se da cuenta de sus contradicciones.

Según los dos artículos, las fotos que los acompañan fueron distribuidas por la oficina de prensa de la presidencia. Es decir: Uribe y su corte quieren que todos sepamos que él es católico y que también es carismático.

Como si estuviera hablando de patear penaltis con la izquierda y escribir con la derecha.

Hay diferencias fundamentales entre las dos religiones -como, precisamente, su relación con la virgen- que hacen imposible que alguien pertenezca seriamente a los dos grupos al mismo tiempo. Y el presidente de Colombia, o alguien de su corte, debería saberlo.

O tal vez él lo sabe, pero también sabe que nadie lo va a criticar. Ya en otras ocasiones ha visto que cuado se contradice, 'su pueblo' le responde con vítores.

Porque sólo el presidente Uribe puede negar su relación con la creación de los grupos de autodefensa al patrocinar la conformación de las Convivir y al mismo tiempo criticar a los ex presidentes por haberles dado el control del Estado a grupos terroristas.

Sólo su gobierno (en voz del ministro del interior) puede decir que no hay un problema de fondo cuando gobernadores y senadores firman un acuerdo con paramilitares para refundar el estado colombiano.

Solo él puede acusar públicamente de "terroristas de traje civil" a los líderes de la oposición que, desde el congreso y con una de las más grandes votaciones de las elecciones de marzo de 2006 -en el caso del senador Gustavo Petro-, trata de garantizar que se juzgue a esos políticos que les vendieron el alma a los 'paras'.

Si Uribe puede ser tan contradictorio en su política y mantener dormido al país -un país ciego gobernado por el tuerto que sólo ve por la derecha-, por qué no va a poder rezar un día con los carismáticos y al siguiente con la virgen en la que ellos no creen?

Tal vez sea porque al pedirle a la virgen que le ayude “a superar el desempleo y la pobreza en el país, y también a hacerlo próspero, sin grupos guerrilleros ni paramilitares, sin terrorismo y sin corrupción”, sabe que esos problemas no los arregla ninguna plegaria sino un presidente que gobierne sin preferencias, que investigue a los corruptos y a los mafiosos y que se deje investigar y que ayude, con su popularidad, a quitarles a las mafias el poder que han adquirido a punta de matar y de desplazar y de amedrentar.

Tal vez él sabe que no es ese presidente, pero le pide a la virgen en la que no debería creer que sea ella la que solucione los problemas, y se nos burla en la cara. Frentero como buen capataz. Adelante, presidente.