7.10.2007
There goes philosophy...
From Reuters
7.09.2007
Airborne
Y después, poco después, estamos volando. Mis oídos se tapan y miro por la ventana y abajo parece un pesebre gigante, hasta que miro más lejos y está el Empire, grandote, con su punta hoy verde, quién sabe, tal vez es el día mundial de la marihuana o el de la esperanza. Y cada vez hay menos luces abajo y a veces aparece una mancha iluminada, verde también, que es un diamante de béisbol o un campo de fútbol o de football. Tal vez la punta del Empire está verde porque es el día mundial del fútbol.
Llega entonces ese momento del vuelo -siempre es igual- en el que hay un silencio de iglesia vacía, las turbinas se detienen, el avión se queda quieto y yo pienso esta vez no me salvé, y miro alrededor para ver quiénes eligieron sin saberlo venir a morir acá, gente que nunca conocí y que por azar va a estar conmigo en una lista de nombres de gente muerta, un hombre o una mujer de apellido Cooper o Bustamante con su nombre junto al mío, en una página de la primera sección del diario, justo a la derecha del aviso comercial de una compañía de seguros.
Pero no, parece que esta vez tampoco muero, el avión se mueve, lejos, cada vez más lejos del pesebre y del Empire, que ahora parece una lucesita verde, muy lejana, a no-sé-cuántos metros del piso.