2.05.2007

Contradictorio yo, maestro?

Álvaro Uribe, el presidente de mi país, hace una semana se encomendó a la virgen de los remedios y le pidió que le ayude a acabar con los problemas de Colombia, según lo reportó (reporteó?) El Tiempo.

Sin embargo, el presidente Uribe no sólo se declara "un católico convencido de mi fe", como dijo al rezar la 'oración de fe' a esta virgen en la procesión. Dos semanas antes fue declarado discípulo de la misión carismática y admitió frecuentar desde hace 10 años la convención de ese grupo religioso,
según este otro artículo.

La impresión que queda, pues, es que el presidente es por lo menos indeciso en cuanto a sus preferencias. Pero también queda claro que no se da cuenta de sus contradicciones.

Según los dos artículos, las fotos que los acompañan fueron distribuidas por la oficina de prensa de la presidencia. Es decir: Uribe y su corte quieren que todos sepamos que él es católico y que también es carismático.

Como si estuviera hablando de patear penaltis con la izquierda y escribir con la derecha.

Hay diferencias fundamentales entre las dos religiones -como, precisamente, su relación con la virgen- que hacen imposible que alguien pertenezca seriamente a los dos grupos al mismo tiempo. Y el presidente de Colombia, o alguien de su corte, debería saberlo.

O tal vez él lo sabe, pero también sabe que nadie lo va a criticar. Ya en otras ocasiones ha visto que cuado se contradice, 'su pueblo' le responde con vítores.

Porque sólo el presidente Uribe puede negar su relación con la creación de los grupos de autodefensa al patrocinar la conformación de las Convivir y al mismo tiempo criticar a los ex presidentes por haberles dado el control del Estado a grupos terroristas.

Sólo su gobierno (en voz del ministro del interior) puede decir que no hay un problema de fondo cuando gobernadores y senadores firman un acuerdo con paramilitares para refundar el estado colombiano.

Solo él puede acusar públicamente de "terroristas de traje civil" a los líderes de la oposición que, desde el congreso y con una de las más grandes votaciones de las elecciones de marzo de 2006 -en el caso del senador Gustavo Petro-, trata de garantizar que se juzgue a esos políticos que les vendieron el alma a los 'paras'.

Si Uribe puede ser tan contradictorio en su política y mantener dormido al país -un país ciego gobernado por el tuerto que sólo ve por la derecha-, por qué no va a poder rezar un día con los carismáticos y al siguiente con la virgen en la que ellos no creen?

Tal vez sea porque al pedirle a la virgen que le ayude “a superar el desempleo y la pobreza en el país, y también a hacerlo próspero, sin grupos guerrilleros ni paramilitares, sin terrorismo y sin corrupción”, sabe que esos problemas no los arregla ninguna plegaria sino un presidente que gobierne sin preferencias, que investigue a los corruptos y a los mafiosos y que se deje investigar y que ayude, con su popularidad, a quitarles a las mafias el poder que han adquirido a punta de matar y de desplazar y de amedrentar.

Tal vez él sabe que no es ese presidente, pero le pide a la virgen en la que no debería creer que sea ella la que solucione los problemas, y se nos burla en la cara. Frentero como buen capataz. Adelante, presidente.

1 comment:

Anonymous said...

Concidiendo con la lectura de su blog llegó a mi buzón una caracterización siquiatrica de AU producida y pareciéndome que entre ambos escritos hay cierta articulación, copio y pego:

"ESTUDIO PSIQUIATRICO DE ALVARO URIBE
por Psiquiatra Anónimo por seguridad

Como psiquiatra especializado en trastornos de personalidad y autor de varios libros sobre las personalidades "borderline" y las narcisistas, me encuentro ampliamente calificado para hacer un perfil psicológico del presidente Alvaro Uribe. Por motivos de seguridad no doy mi nombre, pero me parece muy importante descubrir la real naturaleza síquica de este personaje.
En base a su conducta y manifestaciones públicas y notorias, es posible ubicarlo en el nivel mas bajo de las personalidades primitivas, llamadas así por un funcionamiento muy primario y una estructuración muy desorganizada. Más específicamente, sus características encajan dentro del trastorno Narcisista de personalidad, cuyos rasgos más importantes son:
1. Grandiosidad: un ego anormalmente hipertrofiado, un concepto absolutamente inflado de si mismo y fuertes tendencias egocéntricas. (Por ejemplo: se creen los más bellos, inteligentes, predestinados, mesiánicos, seductores).
2. Exhibicionismo: necesidad de atención y admiración constantes. Tendencia al lucimiento en base a la apariencia física, la vestimenta típica de su etnia, dotes intelectuales o peculiaridades de la personalidad.
3. Omnipotencia: se plantean metas y proyectos mucho más allá de sus capacidades reales y de las posibilidades que brinda el ambiente. (Por ejemplo, Refundar a Colombia, salvador del país.).
4. Fragilidad de la autoestima: la inflación egocéntrica determina una necesidad de suministros narcisistas prácticamente insaciable. Se establece una "hambre de estimulo" y una "adicción" a los homenajes y gratificaciones. Mientras fluyan abundantes gratificaciones, hay una exaltación de la autoestima. Tan pronto ocurre una frustración, a veces por detalles nimios, la personalidad se hunde. Estas debacles han sido llamadas pseudo-depresiones, por cuanto no involucran añoranza o pérdida de amor como en las verdaderas depresiones. Y apenas duran horas o pocos días, restableciéndose la autoestima tan pronto ocurre una nueva excitación.
5. Incapacidad de amar: como toda la carga afectiva está concentrada en el propio ego, no hay disponibilidad afectiva para las demás personas. A pesar de las exuberancias emotivas y seductoras que suelen desplegar los narcisistas para cautivar a las personas, no son capaces de amar genuinamente, sino que las utilizan para el logro de sus propósitos o necesidades. Los narcisistas carecen de escrúpulos y podría decirse que "caminan sobre cadáveres". Manifiestan una necesidad continua de protagonismo y centran todo su actuar en el culto a su imagen personal.
6. Juicio de realidad: al no ser capaces de ver más allá de su propio ego, ellos tienden a falsear y a negar aspectos obvios de la realidad que no concuerdan o favorecen sus propósitos. Por eso los narcisistas suelen fracasar en sus proyectos, porque solo ven lo que les conviene y proyectan la culpa sobre los demás cuando algo no sale bien. Ejemplo, el fracaso en las negociaciones con el TLC, por su miopia en comprender la realidad del juego político en USA.
7. Rabia narcisista: las frustraciones, la crítica en su entorno y los aspectos desplacientes de la realidad, pueden provocar reacciones llamadas de "rabia narcisista", por lo desproporcionadas y violentas. Dichas rabias pueden obnubilar la conciencia y a veces crear reacciones francamente psicóticas transitorias con características paranoicas. Todo el que le cuestione, es un guerrillero, un apátrida, un terrorista.
8. La envidia: es el afecto predominante inconscientemente. Fuera del ego grandioso, no puede haber nada valioso. Son personajes altamente destructivos. Se destruye todo lo bueno y valioso que exista, para que no haya nada que envidiar.
Como conclusión podemos agregar lo siguiente: cuando el narcisista es una persona común, los daños no van más allá de si mismo o de su entorno. Pero cuando se trata de un jefe de estado , que posee altas capacidades de seducción y manipulación de las masas, que logra rodearse de colaboradores perniciosos y destructivos, que consigue conquistar adeptos intelectuales que propagan su mensaje y hasta otros jefes de estado o grupos políticos y económicos que se aprovechan de su pseudoideologia con fines lucrativos, entonces las repercusiones pueden llegar a ser catastróficas…"